2 ago 2010

Wes Craven y la saga Scream



Wes Craven siempre ha sido para mí un director sobrevalorado. Tiene la habilidad de hacer una buena película para luego sumergirse en la más completa mediocridad, aunque las veces que acierta tampoco lo hace de lleno: sus películas pecan de cierta superficialidad en los temas que el director aspira a tratar.

Craven se dio a conocer con La última casa a la izquierda (The Last House on the Left, 1972), una película de venganza que se inspiraba en el clásico de Bergman El manantial de la doncella (Jungfrukällan, 1960). La cualidad semidocumental del film hace que la película sea una tensa y angustiosa experiencia. Pero en su siguiente película refina su estilo, de modo que Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, 1977) resulta un film más redondo y efectivo. Son dos títulos que a pesar de sus defectos resultan interesantes. Posiblemente gracias  a las diferentes lecturas sociales que se pueden hacer de ellos. ¿Hasta que punto estas lecturas son intencionadas por Craven? Bueno, nadie duda de que es un hombre culto, sólo hay que ver cualquier entrevista que le han hecho sobre los significados del cine de terror, así que supongo que gran parte del subtexto de estas dos películas era intencionado. En ese caso, es una lástima que no haya podido repetir la jugada en sus títulos posteriores con tanta habilidad.

Los ochenta empiezan para Craven con dos títulos infumables: Bendición mortal (Deadly Blessing, 1981) es una soporífera y mediocre película de terror ambientada en una comunidad amish que aburre a las piedras; La cosa del pantano (Swamp Thing, 1982) es una olvidable adaptación del cómic de la DC que sólo destaca por la escena en top-less de Adrienne Barbeau. Pero es después de estas dos  películas que Craven filma su mejor película hasta el momento: Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street, 1984), un gran título del género a pesar de que Craven no supo como resolver el final de la película. Y justo después de éste buen filme el siguiente es la increíblemente torpe y simplemente mala Las colinas tienen ojos, 2ª parte (The Hills Have Eyes Part II, 1985). Después llegó otro título mediocre: Amiga mortal (Deadly Friend, 1986), una inverosímil película que es una especie de Frankenstein para adolescentes. En 1988 Craven estrena La serpiente y el arco iris (The Serpent and the Rainbow), una incursión en el vudú inspirado en los trabajos del antropólogo Wade Davis que resulta en un filme interesante que en su parte final abandona el acercamiento social para entrar de lleno en la fantasía. Ante la falta de éxito de sus películas desde que estrenara Pesadilla en Elm Street, en 1989 Craven cae en el autoplagio con Shocker, 100.000 voltios de terror (Shocker): un desesperado intento de tener un éxito de taquilla en el que incluso copia la secuencia de títulos de crédito de su película Pesadilla en Elm Street.

Craven inaugura la década de los noventa con El sótano del miedo (The People Under the Stairs, 1991) donde el director se recupera de la debacle que fue Shocker. El sótano del miedo es un interesante cuento de hadas urbano que consigue crear auténtico suspense. Es lo mejor que ha hecho Craven desde Pesadilla en Elm Street, saga a la que vuelve en 1994 con La nueva pesadilla de Wes Craven (Wes Craven's New Nightmare). La nueva pesadilla es un interesante experimento en metalenguaje, algo que volvería a hacer con Scream, pero como suele ser habitual en Craven se desinfla hacia el final de la película, cosa que no la hace menos meritoria por intentar hacer algo original. Sin embargo, después de la interesante Nueva pesadilla, Craven vuelve con otro infumable producto: Un vampiro suelto en Brooklyn (Vampire in Brooklyn, 1995), un intento de comedia con Eddie Murphy haciendo de vampiro que fue un fracaso a todos los niveles. Al año siguiente Craven volvió con un gran éxito de taquilla, la serie de la que vamos a hacer un breve repaso.

Scream: Vigila quién llama (Scream, 1996): El guión de Kevin Williamson se titulaba originalmente Scary Movie, pero luego se cambió por Scream. La razón del título original es que Williamson pretendía hacer una ligera parodia de las películas slasher que para cuando se estrenó Scream ya hacía tiempo que habían entrado en decadencia y sólo aparecían de vez en cuando en el mercado de películas directas a la estantería del videoclub. Por ello, Williamson plagó la película de referencias a clásicos del género, lo que sirve de excusa también para enmascarar el hecho de que a pesar de sus intenciones, Scream no deja de ser un típico slasher. La película se abre con un plagio (u "homenaje") de Llama un extraño (When a Stranger Calls, Fred Walton, 1979), en la que un psicópata acosa a Drew Barrymore por teléfono haciéndole preguntas sobre películas slasher (aunque el término nunca es usado en ninguna de las películas de la serie), en lo que es el mejor momento de toda la saga. La idea del asesino que mata si fallas las preguntas cinematográficas que hace es divertida pero no vuelve ser usada ni en lo que queda de película ni en ninguna de las otras dos continuaciones. Puede parecer algo injusto recriminar la falta de originalidad de la película ya que los slasher se basan en una fórmula bastante clara y gastada pero al fin y al cabo las partes "serias" no resultan demasiado diferentes de las películas de las que se ríen. Y destaca en su tramo final las increíbles estupideces que hacen sus personajes, especialmente los asesinos. Pero a pesar de sus defectos, la película resulta entretenida, Craven filma bien las escenas de suspense y no deja que el ritmo decaiga en ningún momento. Parte del argumento y las motivaciones parecen sacados de Cumpleaños mortal (Happy Birthday to Me, J. Lee Thompson, 1981) pero no sé si eso entra dentro de los "homenajes" que hace Williamson. La película fue un tremendo éxito, especialmente entre la gente que no era aficionada al género, y en la prensa generalista se comentó que era una película de terror sofisticada e inteligente. Casi me caigo de culo de la risa la primera vez que lo leí. Scream no hace nada que no hubiesen hecho John Landis o Joe Dante en los ochenta o de forma más imaginativa dentro del slasher Return to Horror High (que hace en una sola película lo que hacen las tres de Scream). En este sentido vale la pena destacar que en la escena en la que se habla de las reglas y motivos del slahser (aunque lo explican como si se aplicara en general a todas las películas de terror en lugar de solo al slasher) los comentarios que hacen los personajes en la película sobre La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) no casan para nada con las escenas que muestran de la película, lo que deja claro que se trata más de los prejuicios sobre estas películas que sobre la realidad de estas películas. Pero así son las cosas. Después del éxito de Scream la carrera de Wes Craven parecía haber resucitado y Kevin Williamson fue el guionista de moda durante cinco minutos. La película generó además una corriente de películas que imitaban su estilo políticamente correcto, asexuado y nada sangriento; películas algunas escritas por el propio Williamson como Sé lo que hicisteis el último verano (I Know What You Did Last Summer, Jim Gillespie, 1997) o The Faculty (Robert Rodriguez, 1998).



Scream 2 (1997): Obviamente, tras el gran éxito de Scream tenían que hacer una secuela. Esta vez la película se inicia con un plagio de Sabe que estás sola (He Knows You're Alone, Armand Mastoianni, 1980) y es básicamente una repetición de Scream más elaborada. Más elaborada en cuanto a sus asesinatos, porque la trama es básicamente inexistente y se basa en ir presentando sospechosos hasta que llega la escena final en la que, de nuevo, tenemos a unos asesinos que se pasan el rato hablando y hablando, explicándole todo al espectador, tal vez otro de los problemas de la continuación es tener que encontrar a otro par de asesinos culpables de las maldades que se cometen. La película toca brevemente el tema de las secuelas: en una (1) escena se discute si las secuelas son mejores o peores que los originales; escena que les sirve de excusa a Craven y Williamson para seguir dándose de palmadas en la espalda sobre el agudo ejercicio metalingüístico que han hecho. Pero, de nuevo, la habilidad de Craven en las escenas de suspense hace que la película resulte entretenida a pesar de que se parece mucho a las películas que critican.



Scream 3 (2000): La tercera entrega de Scream se inicia esta vez con un plagio de... ¡nada! Esta vez Ehren Kruger fue el encargado de escribir el guión. Scream 3 tal vez no sea considerada la mejor de las tres, pero para mí está a la altura de las anteriores. Supongo que el hecho principal es tener a Kruger como guionista, recientemente acababa de escribir la estupenda Arlington Road (Mark Pellington, 1999). Kruger crea una trama interesante en torno a los asesinatos que te hace seguir la película intrigado. Obviamente, se hacen referencias a las películas de terror y se inventan una serie de supuestas reglas aplicadas a las trilogías. Y está claro que se califican a si mismos de trilogía en un ejercicio de cinismo haciendo ver que todo estaba planeado desde el principio. Por favor. Y como referente citan la trilogía del Padrino de Francis Ford Coppola (que no fue planeada, el éxito de las películas les hizo rodar más). A pesar de la mejora en cuanto al guionista, la película sufre intentando hacernos creer que alguno de sus tres protagonistas -Sidney (Neve Campbell), Gale Weathers (Courtney Cox) y Dewey (David Arquette)- puede que muera. La película también sufre como las anteriores de un asesino hablador y hablador en su escena final. Por otro lado es la más divertida gracias a la incorporación al reparto de actores como Parker Posey y Patrick Warburton, además de los cameos de Roger Corman, Carrie Fisher, Kevin Smith y Jason Mewes. La película se hizo en su momento pensando que sería la última.



Entre Scream 2 y 3, Wes Craven rodó el drama Música del corazón (Music of the Heart, 1999) que fue publicitado como la primera incursión de Craven fuera del género terrorífico. La película estaba protagonizada por Meryl Streep y poca cosa más se puede comentar de ella. Después de las trilogía Scream, Craven y Kevin Williamson volvieron a colaborar juntos en La maldición (Cursed, 2005). Ésta es una divertida y entretenida película de hombres lobos que resulta interesante a pesar de que Williamson introdujo una subtrama que es un plagio descarado de Teen Wolf II (Teen Wolf Too, Christopher Leitch, 1987). Si bien las transformaciones de hombre a lobo hechas por ordenador resultan poco creíbles, la película merecía mejor suerte de la que tuvo: en un intento de obtener más recaudación en taquilla los ejecutivos de Dimension Films hicieron que la película fuera cortada de manera que pasase a ser apta para mayores de trece años. El resultado fue que la película fracasó en taquilla ya que los cortes necesarios para recibir esa calificación hacía que muchas escenas (especialmente el final) resultasen incomprensibles. Por ello recomiendo ver la versión sin censurar en DVD que se puede encontrar de importación (la doméstica es la censurada). Luego, Craven volvió a la mediocridad con Vuelo nocturno (Red Eye, 2005), título que pasó sin pena ni gloria (bueno, un poco más de pena) por las carteleras. En 2006 Craven participó en el film colectivo Paris, je t'aime. Para 2010 se espera que se estrene su última película: My Soul to Take. Y para el 2011 ya se ha anunciado el estreno de Scream 4, en lo que será el inicio de una nueva trilogía. Será interesante ver como resuelven los dos problemas que arrastran las películas de Scream: asesinos habladores y un trío protagonista superviviente de película en película.

Como despedida, Red Right Hand de Nick Cave and The Bad Seeds, tema que aparece en las películas de Scream y en la tercera entrega con nueva letra de Nick Cave.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que debes ser la única persona en toda la galaxia que opina que Scream 3 es la mejor y mas divertida de la saga...

Creo que deberías eliminar todo el post sobre Scream... por que quedas mal parado realmente... venías con muy buenos analisis de films, pero con Scream la pifiaste hermano!

Scream 3 es la peor en todo sentido, ni siquiera divierte.
Decir que mejora el guionista en esta tercer parte es imperdonable!

Saludos desde Argentina

Anónimo dijo...

Debo decir que me encanta el blog y me encuentro en profundo desacuerdo con esta entrada. Incluso que malinterpretas a propósito (o manipulas) algunas cosas para validar tu punto de vista.

Raúl Calvo dijo...

¿A qué te refieres exactamente?