27 ene 2011

S.O.B. Sois honrados bandidos (S.O.B.)



No se hacen muchas comedias sobre gente que se quiere suicidar, no parece ser una situación que inspire a muchos guionistas y directores de comedias. Sin embargo, Blake Edwards consiguió hacer en S.O.B. Sois honrados bandidos (S.O.B., 1981) una gran comedia sobre un suicida aparte de una brutal sátira de Hollywood.

S.O.B. fue dirigida justo después de 10, la mujer perfecta (10, 1979), un gigantesco éxito de taquilla. Es gracias a este éxito que Edwards escribió y dirigió esta envenenada venganza contra Hollywood y los grandes estudios, además de parodiarse a si mismo y a su señora esposa, Julie Andrews.

La primera mitad de la película trata sobre el director de cine Felix Farmer (Richard Mulligan) y los diversos intentos de suicidio que lleva a cabo a causa de la depresión que sufre por el fracaso de su última película. Es para mí la mitad más divertida, ya que me encanta el humor negro y aparece Rosanna Arquette en top-less. Durante una orgía, en la que Farmer sigue intentando matarse, éste tiene una revelación: transformará su película en un festival erótico. Entramos aquí en la segunda mitad de la película, en la cual Blake Edwards realiza una ácida burla de los grandes estudios y los ejecutivos que los llevan.

Para poder saborear el genio de esta película hay que entender y ser conscientes de diversos factores de la llamada vida real, aunque creo que un espectador casual la podría disfrutar igualmente.

Primero de todo, es que esta película recoge todo el rencor y odio que había ido acumulando Edwards a lo largo de mucho tiempo. Todo se inicia con el fracaso de sus películas Darling Lili (1970) y Dos hombres contra el Oeste (Wild Rovers, 1971). Aquí surge el título de la película, ya que, en inglés, S.O.B. es la abreviatura de Son Of a Bitch (el "hijo de perra" que poco a poco fue desapareciendo del doblaje) pero también es la abreviatura de Standard Operation Bullshit (lo que explica el toro del póster pero no el absurdo título español), cuya traducción podría ser, más o menos, "la maniobra gilipollez estándar" o "la operación gilipollez estándar." Con estas palabras se refería Edwards a las acciones que llevaban a cabo productores y ejecutivos de un estudio cuando una película fracasaba en taquilla. También hay que saber que tras esos dos fracasos la carrera de Edwards se estancó, haciendo mediocres películas y dedicándose prácticamente a dirigir una entrega de la interminable saga de La Pantera rosa tras otra. Eran películas que daban dinero pero que al mismo tiempo hicieron que nadie se tomase en serio a Edwards como cineasta. Hasta que llegó 10. Cuyo éxito, como ya he dicho, facilitó la venganza de Edwards contra Hollywood.

La película contiene además diversos elementos autobiográficos. Felix Farmer es una parodia del propio Edwards y la esposa de Felix en la ficción, Sally Miles está interpretada por la esposa de Edwards en la vida real, Julie Andrews. En la ficción, Sally Miles es una actriz que representa la imagen de la pureza y la inocencia, por las películas que ha hecho, todas ellas familiares y llenas de buenos sentimientos, que destruirá su imagen cuando su marido la hace desnudarse en su nueva película.  En la realidad, Julie Andrews parodia la imagen que el público tenía de ella por cursiladas como Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, Robert Wise, 1965) o el clásico Disney Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964); una imagen que ella destruye en esta película de su marido con una escena en la que enseña los pechos y que en la época fue tremendamente comentada.

En tercer lugar, la película cuenta muchas anécdotas e historias de la parte más oculta de Hollywood, algo disfrazadas pero reconocibles, al tiempo que se satirizan famosos personajes del mundo cinematográfico. Muchas de estas historias las podéis encontrar, en su versión real, en libros como Hollywood al desnudo de Juan Pando, El grupo salvaje de Hollywood: Dioses y monstruos de Juan Tejero o los Hollywood Babilonia de Kenneth Anger.

El reparto coral de la película es absolutamente fantástico y todos dan lo mejor de sí. Ésta fue la última película de William Holden, murió poco después, el cual también participó en otra comedia negra con elementos de terror gótico que criticaba Hollywood: El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950). Robert Preston también hace un gran papel, así como Shelley Winters y Robert Vaughan, pero la lista es larga.

Esta es una película que me encanta, por un lado, por su negro, negro sentido del humor y, por otro lado, por el retrato destroyer que hace de Hollywood y sus miserias. Como no he encontrado el tráiler, os dejo con el inicio del film. Notad que la secuencia inicial luego se verá convertida en un festival erótico.

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