9 jun 2011

No profanar el sueño de los muertos (Non si deve profanare il sonno dei morti)


The Living Dead at Manchester Morgue, Let Sleeping Corpses Lie, Don't Open the Window, Zombi 3, The Living Dead, Le massacre des morts-vivants... Todos estos son algunos de los títulos con los que se conoce el clásico de Jordi Grau No profanar el sueño de los muertos (Non si deve profanare il sonno dei morti, 1974), una coproducción hispano-italiana de zombis que se mantiene tan efectiva y fresca (o podrida) como el primer día.

Ambientada en Inglaterra, la película sigue las peripecias de George (Ray Lovelock) y Edna (la scream queen española Cristina Galbó), que viajan juntos después de que Edna golpeara accidentalmente la moto de George. Cuando llegan a sus respectivos destinos, una serie de misteriosas muertes y asesinatos tienen lugar, lo que provocará que un agresivo inspector de policía (Arthur Kennedy) les vaya detrás, creyéndolos responsables, sin saber que los muertos están saliendo de sus tumbas.

No profanar sigue funcionando hoy día gracias a la atmósfera de suspense y amenaza que crea Grau. La parte final de la película, con más acción, contiene algunas escenas gore que, vistas actualmente, no resultan muy impresionantes, pero en el conjunto total de la película, mientras la estás viendo, sí lo son. También funciona porque el objetivo de la película es más emocional que visceral, buscando crear inquietud en el espectador más que impresionarle con un festival de tripas. A la atmósfera también contribuyen las diferentes localizaciones inglesas, que le dan un toque hammeriano, aunque este film no tenga nada que ver con los clásicos de la mítica productora británica.

Este póster americano de No profanar destaca por varias razones. Para empezar, el absurdo título: No abras la ventana. Luego tenemos que ninguno de los actores principales aparece, y en su lugar vemos a una desconocida desnuda de espaldas que no aparece en la película. Luego tenemos el hecho que debido a los tag-lines parece más una película de ciencia ficción o de monstruos que una película de terror con zombis. Finalmente, el famoso To avoid fainting sacado directamente del póster de La última casa a la izquierda (Last House on the Left, Wes Craven, 1972). Literalmente, parece que lo recortaron de uno y lo metieron en el otro.


Este póster alemán me gusta principalmente por las caras de cachondos mentales que les han puesto a los zombis: parece que se van a ir de copas más que a devorar humanos.

Lo más interesante de la película, especialmente vista hoy, es la construcción del argumento y los temas que trata. Grau introduce dos temas en la película de forma clara: un mensaje ecologista en contra de la experimentación con el entorno y los abusos de la policía. Este segundo tema no queda claro si es introducido de forma deliberada por el director o fue simplemente el resultado de ser filmada durante mediados de los 70, cuando la dictadura española empezaba a agonizar. En una entrevista, incluida en las ediciones de Blue Underground (tanto la primera en DVD como la actual en Blu-ray), Grau sí deja claro que le interesaba crear el antagonismo entre el inspector y George de cara a uno de los giros argumentales de la película.

Son los aspectos argumentales los que, como decía, resultan interesantes comparados con las películas de zombis que se han estrenado actualmente. En un principio la película se construye con elementos de suspense y terror, para luego evolucionar hacia el enfrentamiento contra los zombis, para luego hacer un nuevo giro. Esto llama la atención, por lo menos a mí ya que me interesa la construcción de los argumentos y el lenguaje cinematográfico, ya que las películas actuales parecen seguir todas un mismo esquema (los muertos salen de las tumbas, apocalipsis, sobrevivir al apocalipsis) con algunas contadas excepciones, como Deadgirl (Marcel Sarmiento, Gadi Harel, 2008). Cada una intenta añadirle su propia variación, ya sea localización (Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane [Scott Thomas, 2007]) o tono (Bienvenidos a Zombieland [Zombieland, Ruben Fleischer, 2009]), pero el esquema parece ser el mismo.

Sin embargo, si nos fijamos en el periodo que va del estreno de La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, George A. Romero, 1968) hasta, aproximadamente, mediados de los ochenta, cuando se estrena El regreso de los muertos vivientes (The Return of the Living Dead, Dan O'Bannon, 1985) y se vuelve al esquema de Romero, las películas de zombis que se estrenan durante esos años son bastante diferentes entre sí, presentando diferentes argumentos y situaciones.

La razón por la que me fijo en este periodo es que me refiero a las películas de muertos vivientes post-Romero. Aquellas que no se basan en el zombi haitiano de la magia vudú sino en los ghouls caníbales. Obviamente, antes de La noche de los muertos vivientes se hicieron muchas películas de zombis, pero la explicación de los muertos vivientes era siempre la misma: vudú.

Y la razón de que incluya esta reflexión es que, a no ser que se produzca una renovación de argumentos y algunas películas se aparten del esquema que creó Romero, el subgénero de los zombis corre riesgo de quemarse y que vuelva al ostracismo en que se encontraba al empezar la década. Pero soy optimista, y proyectos como la adaptación de la novela de Max Brooks Guerra Mundial Z (editorial Almuzara) o Fading of the Cries (Brian A. Metcalf, 2011) parecen bastante interesantes.

Volviendo a No profanar, se ha de mencionar también la inquietante banda sonora de la película compuesta por Giulano Sorgini. Como era habitual en los 70, la música se usa de forma dispersa con lo cual se aumenta su efecto. Así, la conjunción de la música, la fotografía de Francisco Sempere y la dirección de Grau nos da como resultado un entretenido y efectivo film, producido en la época dorada de las coproducciones internacionales europeas.

Esta es una de esas películas que tengo la sensación de que la ha visto todo el mundo. En caso contrario, existen varias ediciones fáciles de encontrar y a buen precio. La mejor es la anteriormente mencionada edición en Blu-ray de Blue Underground, con el título The Living Dead at Manchester Morgue, que incluye subtítulos en castellano (recordad que estas coproducciones estaban pensadas para ser dobladas ya que participaban actores de diferentes nacionalidades), es de región libre y bastante barata considerando como está actualmente el cambio de dólares a euros.

8 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Recuerdo que esta película me la compré en dvd nada más salir, y me encantó.

Tenía muchas ganas y curiosidad por verla desde que, en primaria, un profesor nos contaba que cuando la vio se acojonó jaja

Lo cierto es que este cine zombie europeo me gusta más que el de George A. Romero.

Javier Simpson dijo...

Pues igual me atrevo con ella. Espero que no sea nada parecido a lo que solía hacer Jess Franco, pero me temo que va a tener similitudes. Buena entrada, Raül.

Einer dijo...

No la he visto todavía, tendré que pillarla. Lo de los títulos es que es de coña. Zombi 3. XD Seguro que antes de esta no hubo un Zombi 2 ni un Zombi 1. Y la de No abras la ventana... El avoid fainting es una copia-pega en toda regla.

Raúl Calvo dijo...

Dr. Gonzo, creo que la diferencia entre algunas pelis de zombis europeas y las de Romero, es que en las de Romero los zombis son sólo una molestia y se centra más entre las relaciones entre diferentes personajes "vivos" entre los cuales se hallan los auténticos malvados.

Javi, absolutamente nada que ver con nada de Jess Franco, director que a mi no me gusta nada.

Einer, en Europa la película de Romero Dawn of the Dead se tituló Zombi, ya que se encargó Dario Argento de la distribución europea. Aprovechando el éxito de Zombi, Lucio Fulci filmó Zombi 2, sin nada que ver con Argento o la peli de Romero, que aquí se tituló Nueva York bajo el terror de los zombis. El éxito de la película de Fulci generó más secuelas, o sea que existen dos Zombi 3 (!).

Javier Simpson dijo...

Ah entonces procuraré verla que la puedo conseguir. Si la veo pronto y me acuerdo te comento algo aunque sea en otro post. Gracias.

Einer dijo...

Sí pero esta es del 74 y Dawn of the dead es del 78 y Nueva York bajo el terror de los zombis del 79, o sea que cuando la titularon Zombi 3 no había dos pelis antes, ¿no? Y encima está La orgía de los muertos en el 74 que en algunos sitios fue titulada, vaya usted a saber por qué, Zombie 3: The return of the living dead.

Raúl Calvo dijo...

Einer, los diferentes títulos se van poniendo a medida que la película se va reestrenando y poniendo en diferentes circuitos, ya que hasta la invención del vídeo era normal que las películas pasaran varias veces por el cine, y las exploitation con diferentes títulos para aprovechar el éxito de algún título reciente. El éxito de Zombi 2 posiblemente llevara a retitularla Zombi 3, ya que la de Fulci fue un gran éxito de taquilla.

Waldemar Daninsky dijo...

A poco de empezar esta película se ve que es una copia de La noche de los muertos vivientes, pero, oh sorpresa, la copia me acabó gustando más que el original.
Se agradece el toque hitchcokiano: el falso culpable que, por un encadenamiento de casualidades, se va volviendo cada vez más sospechoso. A ello contribuye no poco el personaje de Arthur Kennedy.
La escena de la telefonista con la falda levantada hasta la cintura y el pecho al aire parecería de película porno, pero se hace un nudo en al garganta al verla toda desgarrada y ensangrentada.
Me encanta la frase final de Arthur Kennedy: "Ojalá fuera cierto que los muertos resucitan, así te podría volver a matar." Resulta premonitoria, aunque sólo a medias.