4 mar 2013

El alimento de los dioses (The Food of the Gods)


Si disfrutasteis como yo de La larga noche de la furia (Night of the Lepus, William F. Claxton, 1972) es posible que también disfrutéis de El alimento de los dioses (The Food of the Gods, 1976), una producción de Samuel Z. Arkoff escrita y dirigida por Mr. B.I.G. en persona: Bert I. Gordon, dos nombres familiares para los amantes de la serie B.

Gordon adapta una porción de una novela de H. G. Wells, otras porciones de esa novela (El alimento de los dioses [The Food of the Gods and How It Came to Earth]) ya las había aprovechado Gordon en su film El pueblo de los gigantes (Village of the Giants, 1965), para crear una entretenida película protagonizada por un grupo de personas atrapadas en una isla en la cual los animales han adquirido un tamaño gigantesco por culpa de una extraña substancia salida de las entrañas de la tierra.

El director le añade al film una pátina ecológica para justificar los desmanes de gallinas, avispas y, sobretodo, ratas gigantescas. Gordon se encargó de los efectos especiales, algo que era habitual en él, y utilizó toda una serie de técnicas distintas para crear sus ilusiones, combinando maquetas y trucos de cámara con muñecos y animales reales. Todo ello visto hoy día resulta primitivo, pero también le añade encanto y hace que resulte un film bastante divertido (como si una película en la cual un personaje es atacado por un gallo gigante no resultase ya suficientemente divertida).

Divertido póster lleno de "hechos científicos" pensado para darle seriedad a la película.

El guion avanza bastante rápido, el film dura poco más de 80 minutos, con lo cual pasa algo divertido en pantalla continuamente, ya sea algún ataque de animal gigantesco o alguna línea de diálogo ridícula. Los personajes parecen sacados de una película de los 50 y dejados caer en los 70. Marjoe Gotner es Morgan, el protagonista, intrépido y valiente hombre de acción, actúa demasiado rápido como para que te des cuenta de si es bueno o malo como actor. Pamela Franklin es Lorna, una científica destinada a caer rendida ante los viriles encantos de Morgan, hace poco más que señalar algún monstruo. Ralph Meeker es el señor Bensington, el avaricioso empresario que quiere explotar económicamente "el alimento de los dioses", según dice en la película "es un bastardo y lo sabe". El resto del reparto lo completan la veterana Ida Lupino y rostros familiares de la serie B como el de Belinda Balaski.

Sorprendentemente sangrienta para ser una película apta para todos los públicos, es un film que resulta imposible tomarse en serio pero no por ello deja de ser entretenido. Nos presenta un mundo de serie B en el cual los personajes aceptan las cosas sin pararse a pensar que toda la situación es una locura. En una de las escenas al principio del film cuando los protagonistas todavía no saben que pasa, Morgan entra en un establo y es atacado por un gallo gigante, mientras dos gallinas gigantes pasan el rato. Cuando el personaje de Ida Lupino le dice que le quiere enseñar algo, justo después del ataque del gallo, Morgan le responde "señora, ya he visto sus gallinas", como si cada día se encontrase con animales gigantes. Es como una escena de la genial Humanoides del abismo (Humanoids from the Deep, Barbara Peeters, 1980) en que uno de los personajes anuncia que las muertes son provocadas por monstruos mutantes marinos y todos le creen de inmediato sin cuestionarlo.

El alimento de los dioses es una de esas películas tan malas que son buenas. A mí me resulta muy entrañable y divertida y si también os hacen gracia este tipo de cosas, disfrutareis bastante con este título.


4 comentarios:

Roy dijo...

Yo la vi hace años en el cine. Aquí había dos cines , uno bueno y otro malo. En el malo es donde se proyectaba todo el spagethi, el genero de terror hispano, las italianadas de Laura Antonelli y películas como esta o Holocausto Canibal. No sé cuantos años tendría yo, pero estoy seguro que no era lo que se llamaba por entonces una película tolerada, osea apta para todos los públicos, y yo igual tendría doce años o por ahí, teníamos que entrar corriendo para que no nos viera el portero. Si te digo la verdad no la recuerdo para nada, probablemente estábamos más enfrascados en hacer bulla que en seguir la película, pero ahora que la recuperas, voy a ver si la consigo para echarle un vistazo.

Saludos
Roy

Raúl Calvo dijo...

Pues está editada en DVD, así que no debería ser difícil que la encuentres. Por lo que describes, parece que el cine malo era en realidad el bueno.

Anónimo dijo...

Esta película la vi por TV. cuando aún estaba en el colegio… recuerdo que me llamo mucho la atención y me impacto un poco (era muy inocente todavía)… la encontré entretenida y ahora la estoy viendo por la internet y me parece bastante jocosa por los efectos especiales e interesante por el argumento. Creo que la historia tiene potencial por lo que deberían hacer un remake de ella, eso sí, más fiel al libro de HG Wells y ojala dirigida por Peter Jackson a propósito de King Kong, y que la hiciera muy al estilo de sus primeras películas para que impacte mas al público. Saludos

Raúl Calvo dijo...

Desde luego, sería algo espectacular. Saludos.