14 dic 2016

Vampyres

 
Es muy posible que si el canal Dark no hubiera emitido Vampyres (Víctor Matellano, 2015), nunca me hubiera molestado en ver esta película. Y no me habría equivocado, ya que Víctor Matellano es una prueba de que el hecho de que seas un experto en cine de terror no te convierte automáticamente en un buen director de cine de terror.

Matellano es el autor de un par de interesantes libros sobre el género, en especial sobre el cine de terror hecho en España durante los 70, comentados aquí, así como dirigió el también interesante documental ¡Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror (2013). Sin embargo, no ha mostrado el mismo talento en el largo de ficción y su debut Wax (2014) es un film terriblemente aburrido y sin ningún interés, que además hace gala de un giro tramposo e inepto. Cuenta el tipo de historia que debería estar contada desde el punto de vista del protagonista, no utilizando el found footage ya que una cámara no filma lo que no ve, más cuando el protagonista no se encuentra presente ni ve la acción.

Su siguiente largo es el que nos ocupa. Vampyres es un remake de Las hijas de Drácula (Vampyres, José Ramón Larraz, 1974). O más que remake, fotocopia, ya que no aporta ninguna novedad interesante a la historia original. Además, carece de atmósfera y, al ser filmada con vídeo digital, tiene un aspecto falso y artificial que no juega para nada a su favor. Es especialmente perjudicial para la película la ausencia de atmósfera y atractivo visual, ya que es el tipo de película que pide una potente atmósfera para transmitir el aire de pesadilla que su historia exige.

Referencias a películas como El retorno del Hombre Lobo (Paul Naschy, 1981) y Una vela para el diablo (Eugenio Martín, 1973) no ayudan, ya que nos recuerdan a películas mucho mejores que podríamos estar viendo y hacen más difícil que el film tenga una personalidad propia. Además, poblar el reparto de actores y actrices clásicos del género como Caroline Munro, Lone Fleming o Conrado San Martín no sirve de mucho si los papeles que interpretan no tienen ningún interés ni aportan nada a la trama.

Es posible que si no se han visto las películas a las que hace referencia o el clásico de José Ramón Larraz, el film de Matellano pueda tener algún interés. Aunque teniendo en cuenta la artificial y no muy afortunada interpretación de las vampiras y lo nada interesante del desarrollo de la historia, lo dudo mucho.


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