28 mar 2017

Madhouse aka There Was a Little Girl


Producida y dirigida por el legendario Ovidio G. Assonitis, Madhouse aka There Was a Little Girl (1981) es un slasher ochentero con grandes dosis de locura al estilo italiano.

Faltan pocos días para el cumpleaños de Julia (Trish Everly), cuando descubre que su hermana Mary (Allison Biggers) quiere apuntarse a la fiesta. Normalmente no sería un problema, pero resulta que la hermana de Julia es una loca sádica que se ha pasado mucho tiempo encerrada en un manicomio del que acaba de escapar. Ni su tio, el padre James (Dennis Robertson), ni su novio, Sam (Michael MacRae), creen que la vida de Julia corra peligro, a pesar que ella insiste en que Mary va a por ella. Mientras, Mary se dedica a matar gente armada con un cuchillo y un peligroso Rottweiler.

Assonitis quiso apuntarse a la moda slasher con esta película, que toma elementos de éxitos de la época como La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) y Cumpleaños mortal (Happy Birthday to Me, J. Lee Thompson, 1981). Sin embargo, igual que sucede con otras producciones suyas como El visitante del más allá (The Visitor aka Stridulum, Giulio Paradisi, 1979), Assonitis le imprime suficiente locura al film como para que Madhouse adquiera personalidad propia.

Como sucedió con Piraña II: Los vampiros del mar (Piranha Part Two: The Spawning, James Cameron, Ovidio G. Assonitis, 1981), en un principio Assonitis solo iba a producir, pero al poco de empezar el rodaje despidió al director y asumió las tareas de dirección. La primera hora de Madhouse es un sangriento slasher bastante normal, cuya media hora final es demencial, en especial en su versión sin cortes. Se nota que Assonitis vio que los slashers triunfaban en taquilla y quiso realizar su propia imitación del estilo pero sin conocerlo a fondo, así que se mezclan elementos de diferentes subgéneros, como el giallo y el suspense, creando un monstruo de Frankenstein que resulta entretenido por su falta de sentido y lógica. Lo que en otros títulos sería incoveniente, aquí es virtud.

El film se estrenó en cines con el título There Was a Little Girl, referencia a un poema que se cita en una escena, para luego ser titulada en vídeo Madhouse. La versión que se distribuyó en vídeo estaba muy censurada pero en DVD es fácil de encontrar unrated. Arrow Video acaba de anunciar que la editará en Blu-ray en junio.


27 mar 2017

Posesión infernal (2013): Versión extendida sin censurar

 
El año pasado se anunció que se editaría la versión extendida sin censurar de Posesión infernal (Evil Dead, Fede Alvarez, 2013) coincidiendo con Halloween. Sin embargo, esta versión, que se vio en la televisión británica por sorpresa unos meses antes, apareció solo en VOD en Estados Unidos. Por suerte, ahora todo el mundo puede disfrutarla (tu también, ya te explico cómo), pero ¿ha valido la pena la espera? (Sí, de eso va el artículo).

Muchos ya sabréis que hace unos meses se anunciaron nuevas ediciones en Blu-ray de esta película y la original de Sam Raimi en Japón. La nueva edición de la versión 2013 incluía un disco Blu-ray de la versión sin censurar por lo que preordené la edición inmediatamente, ya que tengo un reproductor de zona A, además del de zona B (Japón es zona A, como Estados Unidos). Pero tengo buenas noticias para todos: la versión extendida es de zona libre, la película está subtitulada en castellano (también trae subtítulos para español de América) y los nuevos extras también están subtitulados en castellano. El hecho de que en el disco apareciera el menú en inglés, no solo en japonés como sucede en el disco de la versión cinematográfica, y que incluya una pista de audio en alemán además de la inglesa y la japonesa, me hace pensar que posiblemente aparezca una edición europea de esta versión en el futuro. Pero, repito, para los que no quieran esperar, que la edición japonesa se puede disfrutar sin problemas, está completamente subtitulada y el precio es el mismo que te costaría aquí al cambio. De hecho, casi cuesta más el transporte que la película, pero apenas tarda cinco días en llegar.

Os habréis dado cuenta que la denomino "versión extendida" y no "montaje del director". Esto es así porque para Fede Alvarez, el montaje del director es el que se estrenó en cines, es la mejor versión de la película. Pero en este caso he de decir que no comparto la opinión del director, creo que la versión extendida es superior.
 
La diferencia entre ambas versiones es de cinco minutos, pero aunque no parezca mucho a primera vista hay ciertas notorias diferencias. Obviamente, la primera que salta a la vista es que en la versión sin censurar las escenas de muerte y mutilación son más largas, pero lo importante es que las escenas añadidas cubren algunos agujeros del guion.

Los ejemplos principales son estos (spoilers si no has visto ninguna versión): hay una escena en la que leyendo el libro se especifica las maneras en que se ha de acabar con los poseídos. Mientras que en la versión cinematográfica no vemos que esto suceda con Olivia y Natalie, simplemente desaparecen, en la versión extendida sí que aparece una escena en la que vemos qué sucede con los cuerpos de estas poseídas. Hay otra escena en que se especifica que una vez se hayan poseído cinco cuerpos, lloverá sangre y aparecerá la abominación. En la versión cinematográfica esto sucede sin que se hayan cumplido las condiciones, pero en la versión extendida sí que vemos a David poseído.

Es posible que el resto de pequeños insertos no sean tan significativos pero contribuyen a mejorar la experiencia, como un momento cómico después de la escena del cúter y la lengua que realmente me hizo reír (tal vez porque esa escena me da mucho repelús) u otro momento en que Mia atormenta a Natalie cuando su mano empieza a estar poseída. También hay algún añadido de desarrollo dramático.

En general, creo que la versión extendida es una experiencia más visceral y redonda, no solo por la sangre sino por contar la historia de manera más eficiente. La recomiendo sin reservas, especialmente si ya te gustó la versión cinematográfica.


23 mar 2017

La conquista de la tierra perdida (Conquest)


Lucio Fulci dirige la delirante La conquista de la tierra perdida (Conquest, 1983), una película de espada y brujería que no se parece a ninguna otra película de espada y brujería.

Ilias (Andrea Occhipinti) sale de su hogar (¿en otra dimensión? ¿en el hogar de los dioses? No se especifica y con esta película cualquier cosa es posible) para viajar por la tierra y correr aventuras. El mundo se encuentra bajo el dominio de la malvada Ocron (Sabrina Sellers) y su ejército de hombres bestia. Ocron descubre que Ilias viaja con una poderosa arma: un arco, así que manda a sus hombres conseguirla. Pero fallan, ya que Ilias ha trabado amistad con Mace (Jorge Rivero), un vagabundo luchador amigo de los animales. Ambos se aliarán para acabar con el reinado de Ocron.

Esta coproducción entre Italia, España y México se rodó para aprovechar el nuevo interés por el género de la fantasía, nacido a raíz del éxito de Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, John Milius, 1982). El film muestra influencias del clásico de John Milius y también de El señor de las bestias (The Beastmaster, Don Coscarelli, 1982). Sin embargo, los guionistas parece que obtuvieron sus principales referentes e influencias de revistas de cómics como Heavy Metal y Cimoc, ya que su demencial narrativa y las imágenes que pueblan la película parecen pertenecer más a la fantasía de estilo europeo que la de estilo americano.

Fulci parece que estaba bastante excitado por la posibilidad de rodar un film de fantasía que le diese un descanso de las películas de terror en las que se había encontrado encasillado. Pero el gore y la violencia que caracterizaban sus películas anteriores también se encuentra aquí presente. Sin embargo, Conquest destaca por su naturaleza imprevisible. La historia que cuenta se aleja tanto de cualquier aventura del género en el modo de narrarse que uno se lleva sorpresa tras sorpresa. Así, nos encontramos escenas en la que nuestros héroes asesinan a sangre fría a un inocente viajero para robarle la comida y probar el arco y otras en la que una mujer es partida en dos por los hombres bestia.

Es puro delirio, una psicotrónica fantasía que resulta aún más ojiplática por el simple hecho de que la intención de los cineastas era hacer algo muy comercial, pero lo que les salió es algo que parece cine experimental o la alucinación de un adolescente en plena revolución hormonal. Es decir, el tipo de film fantástico que solo podía ofrecer Lucio Fulci.


22 mar 2017

Bodycount, recuento de cadáveres aka Criatura diabólica (Body Count aka Camping del terrore)


En los tiempos en que Antena 3 emitía Noche de Lobos a las tantas de la madrugada, una noche programaron Demons (Dèmoni, Lamberto Bava, 1985) -artículos sobre este clásico aquí y aquí- que no dudé en grabar para tenerla para siempre y, como tenía por costumbre, dejé el vídeo programado de manera que también grabara la segunda película, en caso de que esta valiera la pena. Fue así como descubrí Bodycount, recuento de cadáveres (Body Count aka Camping del terrore, Ruggero Deodato, 1986). Actualmente editada en España en DVD (una edición no recomendable, 4:3) como Criatura diabólica.

Un grupo de jóvenes decide acampar en un camping, para ser luego eliminados uno a uno por el misterioso Shaman. Este es una leyenda local que Robert Ritchie (David Hess), el dueño del camping, lleva quince años intentando atrapar.

Esta película es un perfecto ejemplo de dos momentos no muy brillantes del género. Por un lado, es un típico slasher rodado en plena decadencia del género. Por otro lado, marca la pérdida de personalidad del cine de terror italiano que se dedicó, durante los años 80, a realizar imitaciones de películas americanas sin personalidad propia y sin la locura que hicieron estas películas memorables durante los 70. Así, Body Count, el título internacional con el que es más conocido, podría pasar perfectamente como un típico slasher americano, sin que se note su origen italiano. El film tiene sus cosas a favor: un reparto que incluye a David Hess, Charles Napier y Mimsy Farmer, con lo que las interpretaciones son un poco mejores que las que nos encontramos en los slashers americanos de la época, y unos logrados efectos de maquillaje, para ilustrar los asesinatos del Shaman. El argumento y su resolución no tienen ni pies ni cabeza, pero es algo común en el género y no una aportación de Deodato. Sí que hay un detalle curioso para mí, teniendo en cuenta cómo descubrí esta película: entre el reparto de jóvenes destinados a ser carne de cañón se encuentra Nancy Brilli, la intrépida embarazada de Demons II (Dèmoni 2... l'incubo ritorna, Lamberto Bava, 1986).

Cuando arrancan los títulos de crédito acompañados de una estupenda banda sonora de Claudio Simonetti, la película parece prometer mucho. Pero se queda todo en promesas. Como ya he mencionado, la presencia de Hess, Napier y Farmer, envueltos en una historia propia que nada tiene que ver con los personajes destinados a ser carne de cañón, y los efectos especiales contribuyen a que el film resulte bastante entretenido. Aunque los no-personajes ocupan la mayor parte del metraje, lamentablemente. Así, Body Count es un film que únicamente los fans del slasher encontrarán interesante. Cuando la vi por primera vez me pareció fantástica, hoy día no me parece que esta película haya envejecido demasiado bien.


21 mar 2017

La cura del bienestar (A Cure for Wellness)


Ya podéis leer mi peculiar crítica de La cura del bienestar (A Cure for Wellness, Gore Verbinski, 2016) en Underbrain Mgz, clicando aquí:


Puede que muchos se acuerden de mí si van a ver esta película y no les sienta muy bien. Pero, como ya digo en la crítica, a pesar de sus problemas de guion, es un festín para la vista.


Patrick vive todavia (Patrick vive ancora)


Antes que nada, supongo que debería advertir que vi esta película en italiano sin saber italiano. La única ayuda que tuve fue los subtítulos para sordos en italiano, que eran los únicos incluidos en el DVD. Pero debido a que el italiano se parece bastante al castellano y al catalán (las tres son lenguas románicas procedentes del latín) y a la simple trama de la película, pude disfrutar plenamente de la delirante Patrick vive todavia (Patrick vive ancora, Mario Landi, 1980). Y espero que aquellos amantes del cine más trash que estén leyendo esto, también lo hagan.

El doctor Herschel (Sacha Pitoëff) se encuentra de paseo con su hijo, Patrick (Gianni Dei), cuando este sufre un accidente que lo deja en coma. El doctor se obsesionará en encontrar a los responsables de que Patrick haya quedado así, al mismo tiempo que experimenta con su hijo para que pueda vengarse. Todo el plan se pone en marcha cuando el doctor invita a los potenciales sospechosos a su casa y, muy pronto, las muertes telequinéticas empiezan a sucederse. Mientras, la ayudante del doctor, Lydia Grant (Andrea Belfiore), empieza a sufrir las atenciones de Patrick.

Supe de la existencia de esta película gracias al documental Not Quite Hollywood: The Wild, Untold Story of Ozploitation! (Mark Hartley, 2008). En una sección del documental dedicada al clásico Patrick (Richard Franklin, 1978), explican que cuando el film se estrenó en Italia fue un éxito tan enorme, que no tardaron en rodar una falsa secuela al más puro estilo italiano, supongo que esperando obtener el mismo éxito que tuvo Lucio Fulci con su falsa secuela Nueva York bajo el terror de los zombis (Zombi 2, 1979), rodada para aprovechar el éxito de Zombi (Dawn of the Dead, George A. Romero, 1978). Lo que resulta interesante en este caso es que, si comparamos ambas películas, Patrick vive ancora es la versión opuesta de Patrick. Con esto quiero decir que, mientras el film de Richard Franklin está cargado de un elegante suspense, es terror con clase; el film de Mario Landi es pura exploitation y nos ofrece un film lleno de muertes sangrientas, interpretaciones pasadas de rosca y desnudos que más que gratuitos, son regalados. En este departamento, Patrick vive ancora es tremendamente explícito, llegando al extremo de ofrecer un primer plano de la entrepierna de una de las actrices justo antes de ser penetrada por una barra de hierro que le acaba atravesando todo el cuerpo.

No es de extrañar que cuando Franklin y los productores de Patrick supieron de la existencia de este film, intentaran parar su estreno y distribución. Finalmente, los tribunales decidieron que solo se podría estrenar en Italia, pero con la llegada del vídeo, el film fue apareciendo por Europa, llegando hasta Estados Unidos. Existen diversas ediciones en DVD, de diversa calidad. Yo opté por la italiana porque estaba de oferta a 5 euros y porque garantizaba que era la versión íntegra sin cortes. Toda una suerte para mí, ya que se me hace difícil no disfrutar con una película que ejemplifica tan bien todo lo que me entusiasma del cine basura y los delirios de bajo presupuesto. Además del gore y el sexo, Patrick vive todavia ofrece otras maravillas como los ataques de Patrick, ilustrados coloreando todo de verde y mostrando la aparición de dos enormes ojos en pantalla.

Sórdida, sangrienta, y absurda, larga vida para Patrick vive todavia.


20 mar 2017

The Assignment aka Tomboy


Solo a Walter Hill se le puede ocurrir mezclar Tarántula, la novela de Thierry Jonquet que adaptó Pedro Almodóvar en La piel que habito, con John Wick (Otro día para matar) (John Wick, Chad Stahelski, David Leitch, 2014), de forma, más o menos, exitosa en su última película The Assignment (2016).

El asesino a sueldo Frank Kitchen (Michelle Rodriguez), es traicionado por la banda que lo emplea, la cual lo entrega a la doctora Rachel Kay (Sigourney Weaver). La doctora Kay realiza una operación de cambio de sexo sobre Frank, que despierta convertido en mujer. La idea no le hace muy feliz, así que decide vengarse de aquellos que le han traicionado de la única manera que sabe: a tiro limpio.

Cuando se anuncio este proyecto de Hill hice nota mental de no perdérmelo, ya que su argumento parecía anunciar una cinta de acción bastante entretenida. Pero ni siquiera me enteré de su estreno, ya que se ha editado directamente en VOD y DVD, además con título distinto al anunciado. Originalmente se anunció como Tomboy: A Revenger's Tale. Pero los productores decidieron cambiarlo primero a (Re)Assignment y luego a The Assignment. Pero en Inglaterra se edita en DVD en abril con el título Tomboy. Estos cambios de título perjudican bastante la película, ya que, si lo sumamos al póster, dan la impresión de ser una película de acción más como las muchas que se estrenan en formato doméstico. Yo ni siquiera sabía que esta era su nuevo título y me enteré cuando Amazon me recomendó el cómic que Hill ha escrito basado en el film. Además, la película ha sido polémica ya que no ha sentado muy bien en la comunidad transexual, lo cual es también bastante absurdo, ya que, como dice la propia Michelle Rodriguez, el film es simple entretenimiento y no hace (ni le interesa) ningún comentario social. Tampoco se dice nada negativo sobre la comunidad transexual ni se representa de forma negativa.

He mencionado el cómic basado en la película, pero la propia película también tiene bastante de cómic. Utiliza transiciones animadas convirtiendo las imágenes en viñetas, de la misma manera que Hill hizo en el montaje del director de Los amos de la noche (The Warriors, 1979). Esta técnica enfatiza la intención de los cineastas de simplemente producir una entretenida cinta de acción. Una cinta de acción con estupendas interpretaciones de Rodriguez y una fantástica Sigourney Weaver.

Pero la película está lejos de ser perfecta. La decisión de narrar la historia mediante flashbacks le resta intensidad y emoción. Además, teniendo en cuenta películas como la mencionada John Wick, las escenas de acción son bastante normalitas. Y dejando de lado la transformación del protagonista, la historia de venganza es bastante típica. De todos modos, no deja de ser un film entretenido.


15 mar 2017

La garra de Satán (The Blood on Satan's Claw)


Desafortunado título y desafortunado póster para una inquietante película de terror británica, claro antecedente de La bruja (The Witch, Robert Eggers, 2015), que sigue siendo tan efectiva hoy como cuando se estrenó.

La acción de La garra de Satán (The Blood on Satan's Claw, Piers Haggard, 1971) nos traslada a un pequeño pueblo de la campiña inglesa, a mediados del siglo XVII. Mientras se encuentra arando la tierra, Ralph Gower (Barry Andrews) descubre unos extraños restos que no sabe identificar si son humanos o animales. Le comunica su hallazgo al juez (Patrick Wymark) del pueblo, pero cuando van a investigar, los restos han desaparecido. Poco después, una mujer se vuelve loca de la noche a la mañana, otra desaparece... Extraños sucesos se van acumulando. Los niños del pueblo empiezan a formar un culto satánico, dirigidos por la joven Angel Blake (Linda Hayden).

El punto fuerte de Blood on Satan's Claw es la manera en que va mostrando la espiral de locura que va afectando a los habitantes del pueblo, a lo que hay que sumar las muertes y mutilaciones que empiezan a tener lugar. El film pertenece al estilo de terror folclórico que surge en Reino Unido a finales de los sesenta y primeros setenta, y utiliza un estilo naturalista que lo aleja del estilo gótico propio de la Hammer. Si bien los cineastas querían hacer una película más ambigua y el estudio insistió en que se mostrara claramente la influencia diabólica que actúa en el pueblo, la atmósfera creada y las estupendas interpretaciones hacen de este un film muy efectivo.

Sin embargo, no es un film perfecto. Falta un claro protagonista con el que el espectador se pueda identificar o seguir, no tiene un claro Van Helsing o algo por el estilo y va saltando de pueblerino en pueblerino. Tal vez porque originalmente fue concebido como un film con tres historias, con los extraños restos como hilo conductor, que luego fue convertido en una única historia. Del mismo modo, el final, impuesto por el estudio, resulta algo flojo comparado con todo lo que hemos visto hasta ese momento.

A pesar de eso, La garra de Satán sigue siendo un efectivo y muy logrado film de terror, que logra atrapar al espectador en su historia. Un clásico que regresa a la actualidad, redescubierto posiblemente por el éxito que tuvo La bruja.


13 mar 2017

La doble personalidad de En nombre de Caín: Versión cinematográfica/Versión alternativa


Desde luego, yo debía ser un niño raro, porque desde el momento en que se estrenó me encantó En nombre de Caín (Raising Cain, Brian De Palma, 1992). Imagino que fue de las primeras películas que me compré, ya que la funda del vídeo era un poco más grande que las normales, cosa que pasaba con las fundas de las cintas de alquiler, que los videoclubes vendían por cuatro duros para hacer sitio. Situación que aprovechaba para ir construyendo mi colección, ya que entonces no tenía demasiado dinero personal, como os podréis imaginar.

Aunque entonces no capté todas las referencias que De Palma puso en la película, aunque ya había visto Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) así que algunas sí que pillé, disfruté enormemente con esta película sobre un hombre con múltiple personalidad, interpretado por John Lithgow, que se dedica a secuestrar niños e implicar al amante de su mujer, una estupenda Lolita Davidovich. Me encantó el estilo visual de De Palma, la banda sonora de Pino Donaggio, las trampas de la trama... Y, aparentemente, en aquel momento a poca gente más le interesó el film. La crítica lo desechó y el público no pareció entusiasmado por él como yo. Sin una buena edición en DVD, poco a poco me fui olvidando de la película, ya que repasarla en vídeo se me hacía insoportable una vez ya estaba acostumbrado a ver las películas cómo se han de ver.

Si bien nunca ha contado con el apreció de la industria ni la crítica, Brian De Palma ha sido, sin duda, un cineasta que ha tenido una gran influencia en las nuevas generaciones de cineastas. Ahora empiezan a surgir libros sobre él, se ha hecho un largo documental sobre su figura y cineastas como Quentin Tarantino y Edgar Wright lo reivindican. Lo mejor de todo: se están haciendo estupendas ediciones especiales de sus películas en Blu-ray. En nombre de Caín siendo el caso más reciente, con dos fantásticas ediciones en Estados Unidos y Reino Unido (mi opción: la edición limitada de tres discos de Arrow Video). Estas ediciones (y supongo que otras futuras, como es el caso de la francesa), incluyen un montaje alternativo del film, denominado "montaje del director", que ofrece una versión bastante diferente de la estrenada en cines.

Al parecer, originalmente De Palma quería que su film, además de jugar con flashbacks y romper la barrera entre realidad y sueño, quería también jugar con la línea temporal de la historia. Manipular el orden cronológico de la narración. Esto fue antes de que estos mecanismos se hicieran habituales para el gran público con películas como Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), 21 gramos (21 Grams, Alejandro González Iñárritu, 2003) o Irreversible (Irréversible, Gaspar Noé, 2002). De Palma no pudo conseguir que el montaje funcionara y, al final, decidió simplemente alterar la película para contarla en orden cronológico. Por ello, De Palma nunca acabó de estar satisfecho con el resultado final.

En el año 2012, Peet Gelderblom, un cineasta holandés, leyó una entrevista en la que De Palma comentaba su frustración con el montaje de Raising Cain y, con la ayuda de un borrador del guion, decidió reeditarla, con el inconveniente de contar solo con el material de la película estrenada en cines, sin acceso a escenas eliminadas ni nada. Esta versión llegó hasta De Palma, que quedó muy contento con el resultado y pidió que fuera incluida en la edición en Blu-ray como montaje del director.

La principal (y única) diferencia entre ambas versiones, es que el montaje del director invierte el orden de algunas escenas. La versión cinematográfica se inicia con una escena en la que descubrimos que Carter (Lithgow) es un asesino con múltiple personalidad y, tras atacar a su mujer, entramos en un flashback en el que se descubre la infidelidad de la esposa de Carter, Jenny (Davidovich). El montaje del director se inicia con la escena en que Jenny se reencuentra con un antiguo amante, Jack (Steve Bauer), y tras se atacada por Carter, viajamos atrás en el tiempo y vemos las escenas que abren el film en la versión cinematográfica, una estructura que a los fans de De Palma les recordará a su clásico Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980).

Ambas versiones tienen sus cualidades. Para mí, la única razón por la que prefiero la versión cinematográfica es porque me parece que alarga más el suspense y la angustia. Saber desde el principio que Carter es un peligroso asesino de múltiple personalidad hace que las escenas en que conocemos a Jenny y su historia resulten tensas, ya que temes por su vida. La versión del director se centra más en Jenny, hace que esta sea su historia y concentra más todo el suspense, pero me parece que tiene menos tensión y angustia al ser una sorpresa que Carter es un asesino.

Pero siempre es mejor disfrutar de dos versiones distintas pero geniales de una película, que solo una versión mala y otra buena. Por suerte, con el Blu-ray puedes escoger qué versión te apetece ver en cada momento. Sea la versión que sea, no dejéis de disfrutar con una de las películas de De Palma más deliciosamente perversa de su filmografía.


9 mar 2017

Kong: La Isla Calavera (Kong: Skull Island)

Con gran alegría os anuncio que ya podéis leer mi crítica de Kong: La Isla Calavera (Kong: Skull Island, Jordan Vogt-Roberts, 2017) en Underbrain Mgz, clicando aquí:


Esta crítica me ha costado mucho escribirla, por la necesidad de mantener cierto aire profesional y no simplemente escribir en letras mayúsculas una y otra vez: ESTA PELI MOLA QUE TE CAGAS. Porque es así. Además, el pase de prensa fue en el Phenomena, una sala de Barcelona que, junto a los estrenos, recupera clásicos del cine y de culto, con una pantalla espectacular que la hace la sala ideal para ver una película como esta.


7 mar 2017

Segunda oportunidad: Constantine

 
Cuando vi Constantine (Francis Lawrence, 2005) en cines por primera vez, la odié. La odié mucho. En aquel entonces era muy fan de Hellblazer, el cómic en que se basaba la película, y el hecho de que se hubiesen hecho tantos cambios para que fuera más digerible para el público americano y para que se adaptara mejor al protagonista, Keanu Reeves, no me sentó demasiado bien. Tampoco ayudó el hecho de que la película se inspiraba, más o menos, en el arco Hábitos peligrosos, cuya resolución es posiblemente uno de los momentos más recordados de la historia de este cómic.

Pasó el tiempo.

Después de la etapa escrita por Brian Azzarello dejé de leer la serie. No porque me hubiera dejado de gustar o no me interesara, sino por tiempo y dinero: había otras series que me gustaban más y Hellblazer fue uno de los sacrificios que hice. De todos modos, nunca sentí que la serie pudiera volver a ser tan potente como en su primera época.

Hace poco tuve la oportunidad de volver a ver Constantine. Decidí que esta vez intentaría juzgar la película por si misma, sin pensar en ella como una adaptación. Como si no tuviera nada que ver con el cómic. Esto último, exceptuando parte del argumento, no era difícil ya que, aparte del nombre John Constantine y el nombre de otros personajes, no tenía nada que ver con el cómic.

Teniendo todo esto en cuenta, la película me pareció... OK.

No la odié como la primera vez que la vi en el cine, pero tampoco la redescubrí como una gran joya. La película tiene un argumento corriente, pero se beneficia de algunas escenas conseguidas y la presencia de Rachel Weisz, que siempre es bienvenida. Sí que es cierto que vista en la actualidad, distanciado de la fuente original, me resultó mucho más entretenida y la disfruté mucho más que la primera vez que la vi. Producida hoy día, con un poco más de fidelidad al cómic y un presupuesto menor, puede que hubiese sido el inicio de una exitosa franquicia.


6 mar 2017

La pasión de China Blue (Crimes of Passion)

 
¿Es esta película una comedia? ¿Un drama? ¿Un thriller? Bueno, es una película de Ken Russell, así que es todo eso y más.

La pasión de China Blue (Crimes of Passion, 1984) nos presenta a tres personajes destinados a crear uno de los más bizarros triángulos de la historia del cine. Joanna Crane (Kathleen Turner) es una diseñadora que por las noches se dedica a recorrer las calles como la prostituta China Blue, dedicada a hacer realidad las fantasías más extrañas de sus clientes. Bobby Grady (John Laughlin) vive atrapado en un matrimonio que se hunde. El reverendo Peter Shayne (Anthony Perkins) se dedica a recorrer las calles con una maleta en la que esconde un vibrador de mortales efectos. Mientras realiza una investigación de espionaje industrial, Grady se queda fascinado por Joanna y su doble vida como China Blue. Ambos iniciarán una relación que provocará que la obsesión de Shayne por China Blue se acerque cada vez más a la locura.

En su momento, la película causó las iras de los censores, en especial la decisión de Russell de incluir imágenes eróticas antiguas entre las pinturas que escoge para reflejar el estado mental de China Blue. Un efecto que creo que es un golpe de genio, ya que nos dice mucho del personaje, de cómo es realmente, de manera muy rápida. Además, siendo como es el personaje una diseñadora, tiene sentido que su mente recurra a pinturas como alegoría de cómo se encuentra emocionalmente. Pero, si cuando se estrenó La pasión de China Blue la gente se fijó principalmente en las escenas de sexo, hoy nos podemos fijar en cómo se desnudan emocionalmente los personajes. Pero no quiero dar la sensación de que este film es un deprimente drama, está lleno de momentos de pura comedia negra y de geniales diálogos que hacen que este sea también un film muy divertido.

El film mezcla comedia negra y drama para contar una historia que gira en torno a la hipocresía y la búsqueda de la verdad. Los protagonistas inician el film ocultos tras máscaras, pero sus emociones provocarán grietas en esas máscaras. Un proceso que el reparto formado por Kathleen Turner, John Laughlin, Anthony Perkins y Annie Potts, como la esposa de Grady, muestra a través de fantásticas interpretaciones.

Por supuesto, el cine de Ken Russell es un gusto adquirido, y puede descolocar a los que no estén familiarizados con el estilo excesivo de este director. Personalmente, creo que esta película no ha hecho más que mejorar con el tiempo y se ha convertido en un clásico contemporáneo.


3 mar 2017

Te deseo lo peor: La saga Wishmaster

 
¿La saga Wishmaster? Sí, Wishmaster (Robert Kurtzman, 1997) tuvo tres secuelas que fueron directas a vídeo, de distinta calidad. Pero empecemos por el principio, la película que lo inició todo.

La película de Robert Kurtzman tuvo la suerte de estrenarse en el momento adecuado. El éxito de Scream. Vigila quién llama (Scream, Wes Craven, 1996) y Abierto hasta el amanecer (From Dusk Till Dawn, Robert Rodriguez, 1996) había puesto de nuevo de moda el cine de terror, dándole nueva vida a un género que había estado languideciendo durante la primera mitad de los 90. Wishmaster era un retorno al cine de género de los 80, un film sangriento y guasón, lleno de fantásticos efectos de maquillaje (y algunos cuestionables y primitivos efectos infográficos), que no se tomaba a si mismo muy en serio. Su argumento gira en torno a Alexandra Amberson (Tammy Lauren), la cual, sin saberlo, despierta a un malvado Djinn (Andrew Divoff). Según cuenta la leyenda, si el Djinn concede tres deseos a quien lo ha despertado, podrá traer de vuelta a los demonios a la Tierra. Alexandra deberá usar su ingenio para poder evitar el Apocalipsis.

En cierto modo, la película era una fiesta del género, algo que se entiende viendo a los responsables detrás del film. Uno de los productores fue Wes Craven, el director era Robert Kurtzman, conocido por ser la K de la popular compañía de efectos de maquillaje KNB; el guion corrió a cargo de Peter Atkins, conocido por su trabajo en la saga Hellraiser, y la música corrió a cargo del veterano del género Harry Manfredini. También en los nombres de los personajes se hacían homenajes a autores de la literatura de terror y fantasía. Pero si la película llamó la atención en su momento fue por su reparto, además de Andrew Divoff como el Djinn y Robert Englund en un papel secundario, nos encontramos con cameos y breves apariciones de populares actores del género como Kane Hodder, Tony Todd, Buck Flower, Reggie Bannister, la voz de Angus Scrimm, Ted Raimi y Joe Pilato.

Todos ellos reunidos en una película que bebe de la antigua mitología árabe para tratar el clásico tema de los "deseos malditos", cuyo máximo ejemplo es el cuento La pata del mono de W. W. Jacobs. Los cienastas crean así una historia simple pero efectiva gracias a la manera en que estaba ejecutada. El rápido montaje pero, sobretodo, el tono de la película, llena de pequeños gags y muchos momentos sangrientos, contribuyen a hacer de esta una película humilde pero muy entretenida y divertida.



Wishmaster 2: El mal nunca muere (Wishmaster 2: Evil Never Dies, Jack Sholder, 1999): La primera de las secuelas estrenadas directamente en vídeo resulta mejor de lo esperado. El director y guionista Jack Sholder mantiene el tono de la primera entrega, logrando crear una historia con suficiente personalidad como para no parecer un simple refrito de Wishmaster.

El argumento no es nada del otro mundo. De nuevo, una incauta, esta vez una ladrona llamada Morgana (Holly Fields), despierta al Djinn (Divoff) de su letargo permitiendo que el demonio haga estragos. Si bien no es muy original, sí tiene un detalle que hace que la película resulte entretenida: mientras la protagonista esta intentando averiguar qué sucede, el Djinn se mete en una cárcel donde causa grandes daños para disfrute del espectador.

No es que sea tan buena como la original, pero Wishmaster 2 por lo menos es una secuela digna y que resulta en un film entretenido, lo que ya la hace mejor que las dos siguientes secuelas.




Wishmaster 3: La piedra del diablo (Wishmaster 3: Beyond the Gates of Hell, Chris Angel, 2001): Las dos últimas secuelas de la franquicia tienen en común un mismo director, Chris Angel, y que Andrew Divoff no participó en ninguna de las dos. Y también tienen en común que no son demasiado buenas.

Esta tercera entrega simplemente destaca porque en el reparto nos encontramos a las televisivas y entonces desconocidas A. J. Cook y Emmanuelle Vaugier. Y es lo único que destaca, ya que el argumento es un simple refrito de la primera entrega, pero al no contar con Divoff como Djinn resulta bastante aburrido. Además, el nuevo diseño del Djinn es bastante feo, sin el atractivo del original. De hecho, toda la estética del film es bastante floja, ya que, al contrario de la entrega dirigida por Sholder, parece lo que es: una peli rodada en video por cuatro duros. Y por si fuera poco, los efectos no son nada del otro mundo. En definitiva, una pérdida de tiempo.



Wishmaster 4: La profecía (Wishmaster 4: Prophecy Fulfilled, Chris Angel, 2004): Esta entrega nos presenta un giro algo original en el argumento. El Djinn consigue que alguien le haga tres deseos, pero el tercero implica que la protagonista de turno, Lisa (Tara Spencer-Nairn), se enamore del Djinn, lo que complica enormemente las cosas para el demonio.

Aunque se aprecia este intento por parte del guion de salirse de la norma, el director Chris Angel nos ofrece de nuevo un film plano, sin ningún atractivo, que parece un telefilme barato. Es una lástima, porque el reparto está bien y, en otras manos, la historia podría haberse convertido en una entrega bastante interesante.


1 mar 2017

El espíritu de la mansión de los Lauter (Witchtrap)

 
Ya sé qué estáis pensando: Nah, las pelis de casas encantadas no me gustan, son todas iguales. Pero, lectores y lectoras, El espíritu de la mansión de los Lauter (Witchtrap, Kevin S. Tenney, 1989) no es una típica película de casa encantada.

Un grupo de parapsicólogos van a la mansión Lauter con la intención de investigar los extraños sucesos que tienen lugar dentro de sus paredes. Y, obviamente, cuando van allí, se encuentran un montón de sucesos extraños. Este argumento, típico de casa encantada, lo manipula el director y guionista Kevin S. Tenney de manera que la película parece más un slasher con un asesino fantasma que una película de fantasmas más típica. Por eso, puede que interese a los fans del slasher y decepcione a los fans de las casas encantadas.

Tenney realizó esta película justo después de su clásico La noche de los demonios (Night of the Demons, 1988) y se nota. No solo porque repiten varios miembros del reparto, como Linnea Quigley y Hal Havins, también porque Tenney imita el estilo que Joe Augustyn usó en La noche de los demonios, pero incidiendo aún más en el humor. La película mezcla comedia y terror, siendo más efectivo en lo primero que en lo segundo. Las interpretaciones son bastante malas, muy rígidas, pero tiene algunas lineas divertidas y el gore está bastante bien, si bien en su momento fue bastante censurada.

Es una película regular: depende del humor con que os pille puede haceros gracia o aburriros. A mí me hizo reír en su momento y creo que, para la época, se ha mantenido bastante bien. Espero que también os haga reír. Y hablando de reír, he encontrado este tráiler en castellano de la película y me ha hecho mucha gracia: el doblaje de los actores es terrible, pero la voz en off me encanta, incluso la manera en que pronuncia mal los nombres.